El día de hoy vamos a ver 7 cosas que no debes hacer con una tarjeta de crédito. La misión de este artículo a través de Credilinea es ayudarte a que utilices de manera correcta tus tarjetas y así puedas alcanzar el éxito personal y financiero.
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Cosas que nunca debes hacer con tus tarjetas de crédito
1. Avances o retiros en efectivo
La primera cosa que nunca deberías hacer con una tarjeta de crédito son avances o retiros en efectivo, porque estos tienen, primero que todo, un costo; y segundo, cobran intereses desde el primer día.
Si necesitas disponibilidad de efectivo, deberías obtenerla de tu cuenta de ahorro (a través de tu tarjeta de débito) y buscar la manera de que te salga sin costo.
En algunos países hay la opción de hacer este tipo de retiros con tarjeta de crédito sin costo y sin intereses, a través de aplicaciones de terceros; pero digamos que es saber y entender cuáles son los riesgos asociados o los costos asociados a este tipo de comportamiento.
Muchas veces simplemente está la necesidad y tenemos que hacerlo (si es una necesidad y realmente es fundamental que tomemos esa decisión, hay que hacerlo), pero lo más recomendable es evitarlo a toda costa.
2. Compras donde cobran mas por pagar con tarjeta de crédito
Nunca deberíamos comprar con tarjeta de crédito en los sitios que cobren más por pagar con tarjeta de crédito. Es lógico que, si bien podemos obtener beneficios pagando con tarjetas de crédito (puntos, cash-back, millas, etc.), todo esto se ve anulado con tener que pagar de más en el comercio (cuando especialmente algunos cobran hasta 10% de más, es realmente inaceptable).
Entonces, en esos casos simplemente deberíamos pagar en efectivo o buscar un sitio que sí nos reciba la tarjeta de crédito.
3. Comprar en sitios web dudosos
Sitios de los cuales no sabemos su procedencia y con los cuales nos arriesgamos a que realmente la transacción se haga por un monto mayor o que ellos compartan con terceros tu número de tarjeta (y quizás no hagan nada durante los próximos días y creas que fue un sitio confiable, y a los tres meses te resulta un cargo no autorizado con el cual vas a tener que luchar posteriormente con tu banco o lo que sea).
Realmente es fundamental, en este tipo de casos, hacer uso de herramientas un poco más seguras, como las tarjetas pre-pagadas que se pueden crear desde la entidad bancaria, recargar con cierto monto, hacer la compra y borrarla por completo o renovar para que cambien los números y que luego nos sea posible hacer cargos a este tipo de número de tarjeta.
Entonces, en estos casos es cuestión de evitar arriesgar mi número de tarjeta principal, porque tiene riesgos.
4. Dar información de las tarjetas
Darle el número de tarjeta, o la fecha de vencimiento, o el código de seguridad de 3-4 dígitos (si hablamos de American Express) a una persona a través de, por ejemplo, una llamada telefónica o incluso en persona (dependiendo del tipo de transacción que sea).
Nadie necesita todos esos datos. De hecho, hay personas que deciden cubrir el número de atrás, el de seguridad, porque realmente pueden ser grabados con cámaras de alta definición y que después obtengan a través de un vídeo toda la información y te puedan hacer cargos no autorizados.
La mayoría de los fraudes que ocurren a nivel de tarjeta de crédito son por descuido de las personas que utilizan esas tarjetas.
También es importante cuidarse de los falsos asesores bancarios, que te llaman diciéndote que son de cierto banco y que únicamente necesitan validar cierta información.
La verdad es que conseguir el número completo de tu tarjeta puede que sea relativamente fácil, por lo que algunas personas van a querer confirmar los otros dos datos a través de llamadas, diciéndote cosas como «únicamente por seguridad y para validar la titularidad, necesito que me confirmes tal cosa».
No deberías hacerlo. Deberías entender y quizás preguntar a tu banco qué tipo de datos piden en las llamadas, para que sepas que no te están engañando.
Realmente si a uno lo llaman y le dicen «buenas tardes, soy tal persona y te llamo de tal banco», ¿cómo saber si creerle o no? Es complicado. Algunos bancos tienen medidas con respecto a esto, pero no faltan las personas que quieren pasar por encima de uno y, en estos casos, yo prefiero colgar la llamada y yo mismo, proactivamente, ir a solicitar cualquier cosa que necesite con mi banco.
5. Compras que impliquen pagar intereses desde el primer día.
Bancolombia y el banco Davivienda y cobra intereses desde el primer momento con la compra de gasolina con tarjetas de crédito; mientras que hay otro banco, como Colpatria (creo), que te ofrece especialmente una tarjeta de crédito con descuento en gasolina, que note cobra intereses (entonces, obviamente, ahí no tendría sentido utilizar la de un banco, pero sí la de otro).
Por ejemplo, algunos bancos (como en el caso de Colombia), Bancolombia te cobra intereses desde el primer día por pagar impuestos con la tarjeta de crédito.
Todo lo que es costos de intereses anula cualquier beneficio que haya, y si se trata con un avance (o retiro en efectivo) aplica lo que ya mencionamos: costos adicionales y demás gastos innecesarios, que no tiene sentido incurrir en ellos.
6. Pagar otra tarjeta de crédito
Usualmente las personas lo hacen con avances en efectivo y en vez de reducir la deuda lo que hacen es aplazarla, aumentando su costo; excepto cuando hablamos de una compra de cartera (de que otro banco adquiere esta deuda, te ofrece 30 días para pagar y te reduce el interés), quizás en este caso en vez de ser una mala decisión es una buena decisión porque estás ampliando tu plazo y reduciendo tu costo; pero la mayoría de las personas que pagan una tarjeta con la otra están adquiriendo aún más deudas.
7. Comprar en otras divisas (monedas internacionales) con la tarjeta de crédito incorrecta
Hay que entender que algunos ofrecen la compra en dólares (por ejemplo, si en el país donde estás se manejan pesos o cualquier otra divisa diferente a los dólares), y permiten comprar en dólares a una tasa de conversión justa o a la tasa representativa del mercado del día (la TRM).
Otros cobran un sobrecargo del 1%, del 2% hasta he visto por ahí del 4,5%. Entonces, si tengo la opción de utilizar una de dos tarjetas, utilizo la que me resulte más conveniente; o si yo no tengo una de un banco que realmente es bueno para eso y planeo hacer este tipo de gastos (voy a estar en el exterior, o voy a hacer una compra en línea en una tienda del exterior), realmente debería buscar la opción que mejor me convenga y tratar de obtener una tarjeta de crédito que me beneficie en ese tipo de costos, para ahorrar dinero en gastos que de otra manera serían innecesarios e injustificables.
Y saber que, de todas maneras, existen ocasiones en las que es más económico comprar con una tarjeta de crédito adecuada (haciendo una buena conversión, en tu banco, a tu moneda local), que incluso pagar en efectivo o comprar divisas (comprar efectivo) en el aeropuerto del país a donde estás llegando, para gastar efectivo en lugares donde de todas maneras reciben tarjetas de crédito, porque la tasa de conversión que manejan ellos puede que sea más alta que la tasa de conversión que maneja tu banco.
Así que, eso es todo por ahora.
Espero que te haya gustado este artículo…